Te perdí porque desde hace tiempo habías dejado de ser mio, porque desde hace mucho había dejado de mimarte. Te perdí porque me había dejado de importar tenerte cerca o lejos y porque me había habituado a ti ya casi sin mirarte. Y aunque sé que éste era el desenlace lógico de nuestra historia, te extrañaré porque no habrá quien me rescate de mis sueños al despertar.
0 comentarios:
Publicar un comentario